Estos ñoquis son sanitos, livianos, veganos ¡y ricos! que no es poco. Casi todos sus ingredientes son fuente de proteína, con una rica salsa es una maravilla. ¡Animate a probarlos!
En una procesadora, coloca el tofu (escurre el agua que tiene así no aporta tanto líquido a la mezcla), la espinaca, la harina, el aceite y la sal. Procesa hasta obtener un arenado grueso, es decir, que la mezcla tiende a unirse.
A esta mezcla puedes sumarle la mitad de un huevo batido para asegurarte que los ñoquis no se desarmen.
Tienes que poder tomar un poco de la mezcla y amasarla hasta formar una pelotita o un cilindro.
En una mesada enharinada, coloca la mezcla y forma una masa. Fracciónala y estírala, formando choricitos. Córtalos del tamaño que te guste y dales forma. Puedes usar la maderita típica de ñoquis o dejarlos como están. Igual estarán ricos :P
Cocina los ñoquis en agua hirviendo con sal. Como todos los ñoquis del Universo, se cocinan hasta que flotan y pasa 1 minuto.
Siempre quedan más ricos si terminas la cocción en la salsa. Si deseas hacer esto, tienes que sacar los ñoquis del agua hirviendo ni bien flotan y colocarlos en la salsa con el fuego encendido, cocinándolos 1 o 2 minutos más. También, en vez de salsa, puede ser una sartén con manteca o aceite y romero.
Si no, puedes ponerlos directamente cocidos en el plato con salsa o agregarle aceite de oliva y quesito directamente. ¡Qué ricor!